¿Qué se esconde tras los ataques a la homeopatía? (Según ABC Homeopatía).

Fuente: http://lacienciaesbella.blogspot.com.ar/2013/12/que-se-esconde-tras-los-ataques-la.html .

¿Qué se esconde tras los ataques a la homeopatía? es el título de un interesante reportaje defensivo colgado en la web ABC homeopatía (la homeopatía a tu alcance). Aquí una captura del comienzo del reportaje:

Vamos a ir analizando lo que en él pone; veamos si de verdad hay un ataque -injustificado- a la homeopatía. Os recomiendo que lo tengáis abierto, pues no todo cabe en la captura:
«En los últimos meses estamos asistiendo a una serie de ataques sistemáticos contra la homeopatía.
La mayoría de ellos provienen de personas que se autodenominan escépticos y racionalistas, pero en quienes se aprecia un total desconocimiento de esta medicina. Éstos no nos preocupan, al fin y al cabo, cada uno es libre de pensar y expresar aquello que desee, y cuando una opinión no se basa en el conocimiento de lo que está criticando, es sencillamente eso, una opinión personal sin más importancia».
Cierto, a la homeopatía se le ataca sistemáticamente por parte de muchas personas que, como yo, nos denominamos escépticos y racionalistas. Pero no tenemos un total desconocimiento de esa ‘medicina’. Al contrario, conocemos muy bien qué es la homeopatía. La homeopatía es una pseudomedicina basada en dos principios que contradicen las leyes de la física, la química y la biología: que «lo similar cura lo similar» y que «cuanto más diluido esté un principio activo más efecto curativo tiene», lo que conduce a que los preparados homeopáticos no tengan, en la mayoría de las ocasiones, ni una sola molécula del ingrediente. Sabemos además que cuando parece funcionar es por cuestiones como el efecto placebo o la remisión espontánea de la enfermedad. Sabemos, ítem más, que nunca un preparado homeopático ha conseguido demostrar que su efecto curativo es superior al efecto placebo, por mucho que desde publicaciones homeopáticas se sostenga lo contrario. Por todo esto los ataques a la homeopatía no son una opinión, sino consecuencia de una certeza.
«En una visión simple y autocomplaciente diríamos aquello de “ladran, luego cabalgamos“, es decir, cuanto más protestan es porque más se expande y más aceptada es, día a día, la homeopatía.
Pero cuando se aprecia una ofensiva antihomeopática orquestada desde webs creadas sólo con ese motivo, eventos internacionales anti homeopáticos como el 10.23, apariciones en programas de radio y publicaciones coordinadas en distintos medios de comunicación, uno se pregunta:
– ¿Qué es lo que está ocurriendo?
– ¿Quién puede tener intereses – económicos, cómo siempre, por desgracia, en nuestra sociedad- en contra de la homeopatía?»
Otra vez empiezo mostrándome de acuerdo: si ladramos es porque la homeopatía cabalga, y no nos agrada. Por ejemplo, porque hoy mismo el consejo de ministros decide sobre la regulación de la homeopatía. No nos gusta que una pseudomedicina, que por serlo puede causar graves daños de salud (como la reciente muerte de un niño) sea legal. Lisa y llanamente. De ahí lo de orquestar campañas. No cejaremos en ello.
En cuanto a los intereses económicos… mejor seguimos leyendo; lo comentaré más abajo.
«Así pues, intentando profundizar más en este fenómeno de ataque deliberado contra esta terapia, cojamos 3 premisas básicas y saquemos conclusiones:
-La homeopatía es una terapia con más de 200 años de antigüedad, cuyos medicamentos se venden en farmacias, practicada por cientos de miles de médicos en el mundo, que ha curado y cura a millones de personas en nuestro planeta, cuyas enseñanzas se dan, cada vez más en Universidades de Medicina que se aplica en cientos de hospitales, especialmente en el ámbito pediátrico y que consigue un índice de satisfacción en sus pacientes cercano al 80%.
-Su origen natural, sus bajas diluciones y sus nulos efectos secundarios, así como la eficacia a la hora de acabar definitivamente con muchas de las afecciones más comunes que nos llevan de forma repetitiva a la consulta del médico y a la farmacia, la convierten en una medicina extremadamente barata y en una auténtica alternativa al descomunal gasto e ingesta descontrolada de fármacos al que nuestro actual sistema sanitario y farmacéutico nos tiene acostumbrados, especialmente en afecciones y enfermedades comunes (analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos, corticoides, etc., etc.)
-Por último, resulta que el gasto farmacéutico homeopático supone un 3% del gasto total en nuestras farmacias, un 7% en relación a los medicamentos que en ellas se venden».
La homeopatía tiene dos siglos: correcto. Surgió de la inspiración de un tal Hahnemann en un momento en que la medicina era todavía precientífica. Si este señor no se hubiera inventado ese desvarío, la homeopatía no existiría. No tiene ninguna base científica, por lo que la homeopatía no puede ser descubierta, sino inventada (para que me entendáis, si no hubiera existido Newton, hoy tendríamos una ley de la gravitación universal); se trata de un invento que no funciona. Practicado por miles de médicos y farmacéuticos… ahí me vais a permitir que me mese los cabellos. Es incomprensible. Salvo que hagan de ello una forma de vida, porque si han entendido lo del número de Avogadro, que se estudia en la ESO, deberían abandonar la homeopatía inmediatamente. Lo de las universidades y demás es un asunto vergonzoso motivado fundamentalmente (otra vez sale el dinero, ya ves, los dos bandos hablamos en parte de lo mismo) por la financiación que reciben las universidades de las empresas homeopáticas. Véase La lista de la vergüenza. De cualquier manera, que entre en algunas universidades no significa que funcione. Por otro lado no dicen que cada vez entra en menos universidades, ¿verdad?
Lo del 80% de satisfacción tiene trampa: son usuarios de la homeopatía, y lo son porque se sienten satisfechos. Eso se llama sesgo. ¿Por qué están satisfechos? Recordad el efecto placebo, la remisión espontánea, el trato tranquilizador del homeópata… Se trata de otra falacia: que algo sea creído por mucha gente no significa que sea cierto.
Origen natural, no sé yo… la homeopatía es artificial, pero en fin. Supongo que se refiere a que lo que diluyen es de origen natural, como el tóner de fotocopiadora o la luz de bombilla de bajo consumo. Los nulos efectos secundarios son lógicos: la homeopatía no tiene principio activo. Salvo una intolerancia al excipiente, como la lactosa, son productos inocuos como un azucarillo. Por lo mismo, tampoco tienen efectos primarios, los que curan, vamos. En cuanto a que es una medicina barata, ¿es barato el azúcar a 2000 euros el kilo? El gasto homeopático en farmacias, sea el que sea, es excesivo. Debería ser cero. Punto.
«¿Y a qué conclusión nos llevan estas tres premisas?
Pues que la enorme y poderosa industria farmacéutica sería, sin duda, la más perjudicada por la aceptación y expansión de la homeopatía, de darse ésta con la misma progresión y avance con el que está desarrollandose en la actualidad.
Para finalizar queremos reproduciros un extracto del comentario que Espartax -pseudónimo de un defensor de la homeopatía- publicó en una web con motivo del reciente suicidio homeopático y que resulta ciertamente revelador:
“No entiendo esta persecución contra la homeopatía y contra los que nos tratamos con ella en una sociedad que se califica a sí misma como democrática, tolerante, avanzada, respetuosa, etc., etc…
Resulta que en España nos … lanzamos a una sectaria persecución bíblica contra una parte de la población que desea NO INTOXICARSE con muchas de las medicinas convencionales con las que se forran TODAS las multinacionales implicadas en fidelizar los gobiernos occidentales a sus intereses y en mediatizar los sistemas de enseñanza médica a través del “mecenazgo” de las universidades.
A mí esto me huele a campaña orquestada y financiada de forma indirecta por dichas multinacionales que, al igual que ocurriera con las famosas vacunas contra la gripe A, intentan mantener sus mercados y la fidelidad de los gobiernos y ciudadanos para que su cuenta de resultados y beneficios sigan creciendo a costa de lo que sea».
No puedo hablar, porque no tengo ni idea, de lo que siente la poderosa industria farmacéutica ni el miedo que le produce la homeopatía. Homeopatía que, por cierto, y esto tampoco lo dicen, tiene como industria señera a la multinacional Boiron, que cotiza en la bolsa de París, y que el año pasado obtuvo unos beneficios de 50 millones de euros. Se forran, como muchas farmacéuticas que venden fármacos con los que la gente, sí, se pueden intoxicar. Porque son fármacos. Lo de la campaña orquestada es verdad, porque tenemos derecho a hacernos oír, lo que es muy saludable en un sistema democrático, tolerante, etc. etc. Porque pensamos que la población debe ser alertada frente al timo. No vean la paja en el ojo ajeno sin quitarse la viga del propio. Y no me hablen de lo del mecenazgo a las universidades, que ya se ha dicho mucho sobre lo de la pasta que Boiron suelta a universidades para darse una pátina de respetabilidad que no tiene. Finalmente, que conste que, al menos quien esto escribe, no está financiado por ninguna multinacional del fármaco. Nada, ni un céntimo. Qué mas quisiera… Quizá quien afirma lo de la financiación no entiende que haya movimientos altruistas (y no pretendo decir que lo que hacemos los antihomeopatía es altruismo, ojo).
«Quizás la concienciación de la sociedad hacia lo natural, producida por la apabullante campaña sobre el cambio climático, está provocando un cambio en las costumbres de la gente que gira hacia la homeopatía en detrimento de la medicina convencional y produce una inesperada e incluso peligrosa competencia para las estructuras industriales, comerciales y de investigación médica y farmacológica.
Esto ha llevado a las multinacionales a criminalizar la homeopatía mediante el apoyo a grupos de presión como pueden ser “10:23, Ni cura ni nada” llamados a sí mismo “escépticos”, pero nucleados en torno a sociedades como la Sociedad de Escépticos de Merseyside (Reino Unido) que guarda algún tipo de relación con el “consorcio independiente Sense about science”.
Este consorcio está dedicado a “…la promoción de la buena ciencia y la evidencia en los debates públicos… para promover el respeto de las pruebas, exhortando a los científicos a colaborar activamente con una amplia gama de grupos, en particular cuando los debates son polémicos o difíciles”.
Dicho consorcio en 2010 fue financiado, entre otros, por…
 
(Os ahorro la lista; la podéis ver en el enlace original).
Como se puede apreciar por la cantidad y potencia económica e institucional de las entidades que soportan este consorcio “pro ciencia”, no tienen nada que ver con la modestia de la humilde “industria” homeopática.
Para ser escépticos de verdad quizá habría que empezar por cuestionarse el uso extendido, permitido y normalizado de sustancias no homeopáticas pero integradas en la práctica médica habitual, cuyos fabricantes reconocen explícitamente su toxicidad y riesgos para la salud, algo imposible de achacar a la perseguida homeopatía.”
Terminemos. Es verdad que la gente está concienciada hacia lo natural, aunque natural no significa necesariamente mejor. Pues bien, aprovechando la coyuntura, los hoemotimadores incluyen la homeopatía entre lo natural, por mucho que de natural tenga muy poco; a los ejemplos citados más arriba me remito. Por otro lado, no sé si el consorcio Sense about science está o no financiado por la lista referida. Sí que os puedo asegurar que los movimientos escépticos españoles, ARP-SAPC (del cual soy un miembro orgulloso) y Círculo Escéptico, se financian casi exclusivamente con las cuotas de sus socios, y que estos, antes de lucrarse con ello, gastan de su bolsillo. De veras.
Lo de la «humilde» industria farmacéutica lo dicen ellos, porque les gusta venderse como algo tradicional, de toda la vida, natural, familiar… no os dejéis engañar: no olvidéis a la multinacional Boiron.
Finalmente, es evidente que los fabricantes de fármacos reconocen su toxicidad. Porque son fármacos que interactúan con rutas metabólicas, por eso pueden curar… y en el peor de los casos matar. Por eso vienen las advertencias detalladas en los prospectos.
¿Y la homeopatía? Yo me he «suicidado» con Sedatif PC (el equivalente homeopático del diazepam, del Valium) varias veces. Tomando las cuarenta pastillas de golpe. En el prospecto (que está en el enlace anterior) pone que se toman dos comprimidos tres veces al día, y que en caso de tomar una dosis superior se consulte inmediatamente al médico o al farmacéutico. Nunca lo he hecho porque no lo he necesitado. También pone que si aparece alguna reacción no descrita en el prospecto se consulte con el médico o farmacéutico; lo curioso es que dicho prospecto no describe ninguna reacción adversa. Una vez más, la homeopatía es de chiste. La perseguida homeopatía.
Salud y pensamiento crítico.
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Actualización: señala en el primer comentario mi amigo Fernando Frías, que como yo no tolera el homeotimo, que las entidades que apoyan Sense about science son sociedades médicas y científicas, muy distintas de las que apoyan a la plataforma española «Homeopatía sí». A dicho comentario os remito.

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