Archivo de la categoría: Empresas y Medios de comunicación

Nac&Pop | EL PODER DETRÁS DE LOS MEDIOS EN ARGENTINA

Quiénes son y qué intereses tienen los dueños de los medios de comunicación en la Argentina. Un resumen visual de los ejes de la investigación colaborativa entre Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el diario Tiempo Argentino -el proyecto MOM, por su sigla en inglés- sobre 52 medios y 23 grupos em

Fuente: Nac&Pop | EL PODER DETRÁS DE LOS MEDIOS EN ARGENTINA

LOS DUEÑOS DE LAS PALABRAS

Tiempo ar

19 de Abril de 2019

El mercado de medios argentino cuenta con una amplia diversidad de propietarios en cuanto a su tamaño pero los más grandes dominan una amplia porción del mercado, tanto en audiencias como en medios. De los 23 grupos incluidos en el estudio MOM Argentina, el Grupo Clarín es el amplio dominador de este mercado con una amplia cantidad de empresas titulares de canales de televisión, emisoras de radio y diarios. Viacom, de capitales estadounidenses, es el grupo más relevante del mercado televisivo. Grupo América y Grupo Indalo son, de los multimedios de capitales nacionales, los más importantes y diversificados en sus posesiones.

Los 33 dueños de estas empresas son, con una sola excepción, hombres. Sin embargo, son pocos los empresarios de medios que no tienen intereses en otras ramas económicas dentro o fuera de la comunicación como industria. Telecomunicaciones, construcción, energía y finanzas son los sectores económicos donde más presencia tienen los hombres fuertes del sistema mediático argentino.

El Grupo Clarín se destaca como el mayor y más consolidado de los grupos, tanto por ingresos, por cobertura territorial, por las facilidades para acceder a licencias de medios y telecomunicaciones, y por su sociedad con el Estado en la producción de papel como insumo esencial durante décadas en el segmento gráfico. Un indicador de propiedad cruzada arroja que, como mínimo, el conglomerado conducido por Héctor Magnetto supera el 25% de todos los consumos informativos.

Los grupos son privados, comerciales y cuentan con fluidos contactos con los gobiernos nacional, provinciales y municipales, lo cual se ve representado en su captura de porciones significativas de la publicidad oficial. Muchos de ellos explotan otras actividades económicas, para las cuales la actividad mediática resulta un facilitador. La excepción de medios comunitarios y cooperativos, que tradicionalmente fueron marginados del acceso a licencias, a la publicidad oficial y al apoyo económico del Estado que tuvieron los privados, se manifiesta en este informe con la inclusión de Tiempo Argentino.

Si bien la mayoría de los grupos de comunicación están en manos de capitales argentinos, la presencia extranjera (en particular, estadounidense) se hace sentir entre los grupos que dominan la audiencia de canales y señales de televisión. Por otro lado, y a diferencia de los grupos de comunicación de Brasil o México, los grupos argentinos no han desplegado estrategias de internacionalización más allá de la exitosa exportación de formatos y productos audiovisuales. Con la excepción de los grupos editoriales Perfil (en Brasil, China y otros mercados) y La Nación (EEUU), y de Infobae, que además de operar en EEUU tiene presencia en varios países de la región, el resto no tuvo un despliegue internacional (Clarín tiene intereses en Paraguay, Brasil y México pero son marginales en su estructura).

Los grupos más poderosos exhiben una integración multimedia, con participación en la industria audiovisual pero también en diarios (impresos y/o digitales).

El Estado argentino posee un “multimedios” a través del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, pero su importancia en términos de audiencia y públicos es baja, además de que su conducción y su línea editorial responden al gobierno.

No existe acceso público directo ni controles eficaces por parte del Estado a la información de la propiedad de los grupos mediáticos, salvo excepciones como la del Grupo Clarín (obligado por su participación bursátil a brindar datos sobre su accionariado e ingresos). No obstante, a través de información periodística es posible reconstruir la estructura de propietarios e incluso descubrir quiénes están detrás de representantes o testaferros (como en el caso del Grupo Albavisión).

¿QUIÉNES CONTROLAN A LOS MEDIOS EN AMÉRICA LATINA?

Reporteros Sin Fronteras presentó en San Pablo el Monitoreo de la Propiedad de los Medios en la región. Allí estuvo Tiempo, como parte de la investigación en Argentina. Principales características y recomendaciones para lograr pluralidad y libertad en los medios.

4 de Diciembre de 2019

Tiempo ar

Reporteros Sin Fronteras presentó este martes el Monitoreo de la Propiedad de los Medios (MOM, por sus siglas en inglés) en América Latina, un estudio que retoma las investigaciones que la organización promovió en los últimos años en México, Brasil, Perú, Colombia y Argentina, donde Tiempo realizó la investigación.

Con el objetivo de visibilizar quién controla a los medios en la región y los problemas que una gran concentración de estas empresas genera en la sociedad, se compararon los mercados de medios de estos 5 países y se realizaron recomendaciones a los estados para generar un ambiente de pluralidad y libertad en los medios.

El lanzamiento se realizó en el Centro Cultural Matilha, en la parte vieja de la localidad de San Pablo, donde la organización Intervozes, a cargo de la investigación de los medios en Brasil, ofició de anfitrión frente a un público compuesto por investigadores, académicos y militantes de la comunicación.

Allí participaron Emmanuel Colombié, director de la sede para América Latina de Reporteros Sin Fronteras; Gerardo Aranguren, de Tiempo Argentino, Olivia Bandeira y André Pastí, por Intervozes, Luis Brasilino, editor de Le Monde Diplomatique Brasil quienes debatieron sobre los desafíos para enfrentar la concentración y promover la pluralidad. Desde México y por videoconferencia se sumó Itzel Sánchez, de la organización Cencos.

Colombié fue el encargado de presentar el nuevo sitio, que concentra en un mismo lugar el trabajo realizado en la región desde 2015. “La concentración de los medios limita la libertad de las opiniones”, manifestó y planteó una serie de preguntas que explican la misión de estos monitoreos de la concentración de los medios: “¿Cómo las personas pueden realizar una lectura crítica de los medios y de sus contenidos si no saben quién conforma esas empresas de medios? ¿Como los periodistas pueden trabajar libremente sin saber quién controla la empresa en la que trabajan? ¿Como las autoridades pueden lidiar con la concentración excesiva si no saben quien dirige esos medios?”.

Tras la presentación del proyecto, se desarrollaron las particularidades de cada país: el poder de Globo en Brasil y su disputa con el actual gobierno de Jair Bolsonaro así como el gran alcance de las iglesias y líderes religiosos, con un gran número de licencias de radiodifusión; la posición dominante del Grupo Clarín en todas las ramas de la comunicación y las telecomunicaciones en Argentina y el desmembramiento de las regulaciones que hasta hace poco se lo impedían, así como el rol de los medios sin fines de lucro y autogestionados en el país. Y el panorama en México, con los medios controlados por las familias tradicionales desde hace más de un siglo y con periodistas que ponen el riesgo su vida para hacer su trabajo.

Recomendaciones

Reporteros Sin Fronteras realizó una serie de recomendaciones a los Estados de la región para construir un ambiente de pluralismo y libertad en los medios. Se destaca que deben garantizar un sistema de medios plural por medio de regulaciones que impidan monopolios y con límites a la propiedad de los medios; deben garantizar espacios para medios comunitarios y los medios públicos deben tener independencia y autonomía. Consideran que el Estado debe garantizar la transparencia en la propiedad de los medios así como de las fuentes de financiamiento de las empresas de comunicación. También señalan el rol del estado en una distribución democrática de la publicidad oficial y en el resguardo de los periodistas y sus condiciones de trabajo.

El profesor rebelde que convirtió a Salta en el semillero del Instituto Balseiro | Página12

Fuente original: El profesor rebelde que convirtió a Salta en el sem… | Página12

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Daniel Córdoba, un docente que armó un taller de física en la clandestinidad.
El curso se llama «Física al alcance de todos» y nació sin aprobación oficial. Ahora es un taller exitoso, de concurrencia masiva y muy popular.

Daniel Córdoba nació en Jujuy pero es conocido como “Daniel Salta”. Tiene 55 años, riega su pasión por la física en tierras norteñas, donde asegura que se cocinan las empanadas más ricas del mundo. Sus amigos lo suelen catalogar con una frase típica: “Es muy duro para las blandas y muy blando para las duras” y él, por su parte, responde como siempre, en silencio y con una sonrisa a media asta. “A diferencia de los físicos que son de pocas palabras, yo charlo hasta por los codos”, suelta relajado. Está acostumbrado a pasearse por los límites, a galopar las fronteras; disfruta de las oscuridades, educa desde los bordes. Desde siempre corrió en forma paralela al sistema educativo hasta que un buen día consiguió “hackearlo” como usualmente hacen los jóvenes para acceder a los films, videojuegos y otros contenidos en las profundidades de la web. Rebelde y sin pedir permiso, se burló del tiempo y de las formalidades. Solo se divierte con los pibes, pero mientras tanto todos aprenden y… vaya que aprenden.

“Alumnos salteños ganaron las primeras olimpiadas en Física”; “Primer joven salteño al mundial de Física 2010”; “Los salteños arrasaron con el medallero de Física”; “No somos unos genios, somos pibes comunes que logramos apasionarnos”; “Los salteños copan el Balseiro”; rezaban los titulares de los diarios locales hace poco menos de una década. “Física al alcance de todos” es el título que lleva el taller, devenido en orgullo provincial. Fue bautizado de ese modo gracias a la ocurrencia de un amigo de Daniel tras advertir que, al poco tiempo de iniciado, no solo asistían aquellos estudiantes que buscaban participar de las olimpiadas sino también los que tenían dificultades con la materia. “El nombre viene de los soviets, donde circulaban libros del estilo: ‘Cocina al alcance de todos’; ‘Química al alcance de todos’. Había uno que me llamó la atención particularmente ‘Colisiones al alcance de todos’… parecía un chiste. ¿Quién entiende así, de un modo tan sencillo, qué es una colisión atómica?”, señala con un dejo de ironía. Y apunta encendido: “Ese es el problema de la divulgación actual. Nuestros referentes hacen parecer que la ciencia es muy fácil, pero en ningún momento le cuentan a los pibes lo difícil que es estudiar y aprender, el esfuerzo que hay que poner, las veces que hay que convivir con la frustración. Las vocaciones científicas no se capturan con espejitos de colores”.

Aunque hoy es un taller exitoso, de concurrencia masiva y muy popular, los inicios no fueron tan auspiciosos. A principios de los ’90 nació del riñón del colegio que depende de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). “Como no había surgido por iniciativa de la propia institución lo practicábamos de manera clandestina. Venían chicos a los cuales les costaba la física, entonces, trataba de enseñarla de un modo distinto al que se hacía habitualmente”, dice. Y continúa: “Siempre me interesó comenzar mis clases a partir de una historia. A los chicos les gusta porque festejemos las metidas de patas y los errores; solo las equivocaciones nos recuerdan nuestra humanidad”, reflexiona.

Así, de contrabando, cuando los pibes descuidan la retaguardia, Daniel incrusta de lleno una fórmula, como si de una estocada al centro del cerebro se tratara. “Antes que nada los pibes tienen que entender los fenómenos, por qué ocurren las cosas, la historia de los problemas, las ideas, los fracasos, las controversias. Recién después vienen los cálculos y las ecuaciones”. ¿La clave? A diferencia de lo que sucede con las instituciones de enseñanza formales, en el taller los ritmos no están prestablecidos. “El tiempo escolar no coincide con el tiempo de aprendizaje. Nunca tuve que rendir cuentas a nadie, esa fue la principal ventaja. Los docentes, en general, somos presas de un famoso triángulo: debemos cumplir con el libro de temas, revisar la carpeta de los alumnos y la planificación y todo ello junto aplaca la curiosidad de los alumnos”, asegura. Del primer grupo, que no eran los típicos “bochos” o “nerd”, salieron los primeros pibes que participaron de las Olimpiadas de Física. En la actualidad, uno es investigador del Conicet, otro es neurocientífico y trabaja en Canadá y el restante es médico. En 1995, la Universidad comenzó a utilizar internet y, un tiempo después, a través del famoso buscador AltaVista Daniel extrajo múltiples ejemplos de ejercicios. “Se logró tal ingeniería, tal ida y vuelta, que a mediados de 1990 ingresó nuestro primer estudiante al Instituto Balseiro. El objetivo nunca había sido formar físicos de primer nivel, las competencias por los ingresos a lugares de elite era una excusa para que todos los que asistieran pudieran conocer la ciencia”, describe. Sin embargo, con el primer resultado positivo y las mieles de la recompensa por el esfuerzo refrendado vino la mala noticia.

“Como el taller no estaba institucionalizado nos debimos trasladar, me desplazaron del colegio y empecé a trabajar directamente en la Universidad con solo dos o tres alumnos. Me decían que era elitista, cuando en realidad participaban todos”, admite. La voz se fue corriendo y, pronto, muchas personas empezaron a asistir cada sábado al curso. Primero empezaron en un aula chiquita, luego necesitaron una más grande y, por último, fue tal la cantidad que solo cupieron en el anfiteatro. “Había dos guardias que me conocían, jugaba a la pelota con ellos. Sabían que era docente y cuando iba los sábados me daban la llave. No sabían, por supuesto, que no tenía permiso en la UNSa, de hecho, me habían impedido dar este taller paralelo. No tenía sueldo; con mis ayudantes, los pibes más grandes, teníamos un acuerdo tácito: ellos me ayudaban con los chicos más pequeños y yo los preparaba aparte para ingresar al Balseiro”, comenta.

Con el tiempo, el 23% de los postulantes que ingresaban al prestigioso Instituto eran salteños, “¡1 de cada 4!, ¡Una locura”, exclama de alegría. “Observábamos los gráficos de ingresos y veíamos que Salta estaba al tope con pibes de la UBA, la UNLP, la UNC, es decir, de instituciones donde relativamente hay dinero. Parecíamos la mosca en la leche. Nosotros tenemos barrios carenciados por todos lados, nuestros pibes pasan hambre y nadie puede entender cómo califican en los mejores lugares. Acá vienen de todos los sectores sociales y ello genera un aprendizaje muy lindo para todos”, plantea. Un día, uno de los jóvenes había ingresado al Balseiro y le agradeció muy conmovido. Daniel pensó que era por su apoyo y la preparación para el examen, pero el adolescente le dejó una enseñanza: “Te agradezco mucho porque gracias a vos le perdí el miedo a la gente”. Vivía en un country y, desde “la burbuja”, no tenía la más pálida idea acerca de cómo eran las otras realidades de sus compañeros. No obstante, la anécdota bisagra vino más adelante. En otra ocasión, el profesor se encontró en la calle a uno de sus alumnos, era vendedor ambulante. “No puedo ir más a clase porque no me alcanza el dinero para viajar desde mi casa a la Universidad, pero me encanta la física”, le dijo. Entonces, Daniel le ofreció hacerse cargo del transporte ($5 en ese momento) con tal de que no abandonase el curso. Después de unos años, aquel estudiante representó a Argentina en dos mundiales de Física.

Desde hace unos años, Física al alcance de todos dejó la clandestinidad. Las autoridades universitarias descubrieron el curso porque los diarios salteños reflejaban que un montón de pibes ingresaban al Balseiro y a otros institutos de primer nivel y nadie sabía cómo. “Algo se olfateaba porque los viernes me llevaba un montón de tizas e instrumentos de geometría y nadie entendía muy bien porqué”, confiesa. Ahora que es oficial, cada cuatrimestre, las inscripciones se completan en tan solo dos horas. “Si bien antes no tenía un mango, porque al no ser oficial nadie me pagaba, solo me preocupaba por enseñar física. Ahora que es legítimo hay dinero que nos ayuda para seguir adelante, pero también hay trabas. A veces paso más tiempo en reuniones que en las aulas y a mí me apasiona lo segundo. Es donde más cómodo me siento”, comenta Daniel.

El taller fue distinguido por el Ministerio de Educación de la Nación, la Cámara de Diputados de la Provincia, el Senado de la Nación y el Concejo Deliberante de Salta. Recibió reconocimientos de centros educativos y fundaciones de todos los colores aunque recién este año obtuvo el más importante, el Doctor Honoris Causa de la UNSa. De hecho, está en marcha una tesis doctoral que analiza el fenómeno de la divulgación científica a partir del ejemplo de su trabajo. Así, Daniel se convirtió en objeto de estudio y la libretita en la que acostumbraba a anotar todas las emociones que veía en los pibes y le permitía reconocerlos en la clase siguiente con facilidad, devino en bibliografía obligatoria. Recientemente, a un alumno que hoy se destaca por una gran carrera científica en el exterior le preguntaron: ‘¿Entendiste física a la primera clase?’ ‘No’. ‘¿Y a la segunda?’ ‘¡Menos!’ ‘¿Y a la décima?’ ‘¡Tampoco!’ ‘Entonces, ¿por qué te quedaste?’ ‘Porque necesitaba saber por qué no entendía. Si el profesor explicaba con tanta pasión, me estaba perdiendo algo que evidentemente valía la pena”. Y su testimonio llenó de emoción al profe: “Si no los engancho, el sábado siguiente no vuelven al taller. Tengo que ser capaz de venderle hielo a los esquimales”.

El enigma final: ¿habrá más Danieles en Argentina? Córdoba está convencido de que las autoridades se reúnen para cambiar los planes de estudio pero que nadie se pregunta por lo más importante, el cómo se enseña. Afirma, en este sentido, que lo fundamental para los docentes es saber transmitir emociones: “Los chicos están necesitando una proyección, volver a pensar en futuros posibles, sentir que pueden”, concluye.

poesteban@gmail.com

Ideología reversa | Página12

Fuente original: Ideología reversa | Página12

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Cada vez que los líderes del tercer mundo se propusieron nacionalizar los recursos naturales de sus países, se los acusó de “vende patrias” y de pretender “introducir ideas foráneas”, como si existiese alguna idea que no tuviese algo de foráneo.

Las dos acusaciones han sido, por generaciones, dos clásicos de la cultura popular cuyos orígenes no son difíciles de rastrear siguiendo los rastros del interés económico internacional. Cuatro casos archiconocidos fueron cuatro presidentes electos democráticamente y depuestos por similares golpes militares precedidos por similares estrategias de desestabilización y seguidos de similares dictaduras: Jacobo Arbenz, cuando intentó nacionalizar una pequeña fracción de tierras en Guatemala en manos de la United Fruit Company; Mohammad Mossadegh, cuando intentó cumplir su promesa electoral de nacionalizar el petróleo en manos de British Petroleum en Irán; Patrice Lumumba, cuando intentó conservar los recursos minerales de Katanga en el Congo en manos de las empresas belgas; y Salvador Allende, cuando intentó nacionalizar el cobre y la banca en Chile en manos de empresas estadounidenses (algunas de estas terribles políticas, como la redistribución de tierras, ya habían comenzado con el presidente anterior, el conservador moderado y rival de Allende, Eduardo Frei Montalva).

Otros ejemplos abundan, pero casi todos hundidos en el generoso olvido de los pueblos. Todos fueron acusados, por las potencias coloniales de su momento, de querer entregar sus países al poder extranjero y de promover ideas extranjeras. Como solución a sus planes de nacionalización, primero la propaganda y luego las armas lograron devolver los recursos nacionales a manos de empresas privadas extranjeras con la obvia asistencia de gobiernos extranjeros que en todos los casos, y de forma documentada, actuaron como extensión de los negocios privados en nombre del interés general.

Esta operación de subasta de países se llevó a cabo o se consolidó con la imposición de “ideas extranjeras”, para nada espontaneas ni producto de ningún debate democrático, sino como parte de un plan deliberado por parte de las potencias extranjeras.

Por ejemplo, cuando en los años 50s se hizo evidente el sostenido crecimiento de la izquierda en Chile, se comenzó el envío de estudiantes de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile a/y desde la Universidad de Chicago. No a cualquier departamento sino a estudiar bajo el directo tutelaje de Milton Friedman y Arnold Harberger, los ideólogos de la reacción contra la corriente iniciada por el cuatro veces presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, por la cual la superpotencia volvió, por unas décadas, a políticas sociales (New Deal, Nuevo Acuerdo). En 1958 Jorge Alessandri le había ganado a Allende por una mínima diferencia de votos y en 1964 la CIA financió exitosamente la campaña electoral de Frei contra Allende. En 1970 el dinero no fue tan efectivo y Allende terminó ganándole a Jorge Alessandri, por lo cual la MIMO (Mafia Internacional de Millonarios Organizados) recurrió al mismo Plan B de todos los casos anteriores: golpe de Estado y dictadura militar para “salvar al país” de alguna amenaza de moda contra la libertad.

Gracias a esta dictadura y a otras en América Latina, los Chicago Boys, los economistas entrenados en la ideología de Friedman, tuvieron carta libre para actuar en Chile y en otros países. Este grupo, sus ideólogos y sus apologistas, centraron y centran hoy sus elogios en la idea de que son ellos quienes han promovido el “libre mercado” y las “libertades individuales”.

Ambos, libre mercado y libertades individuales son ideas muy nobles y positivas. Si no fuese por la hipocresía con la que se las ha aplicado sistemáticamente. No hubo y nunca habrá libre mercado bajo el tutelaje neocolonial y neo imperialista sino lo contrario. Mucho menos hubo libertades individuales, ya que estas políticas necesitaron múltiples dictaduras militares primero y más tarde dictaduras bancarias sobre países arruinados y endeudados por las dictaduras anteriores. El libre mercado y las libertades individuales significaron, bajo estas políticas, libertad de algunos mercados para imponer sus condiciones e intereses sobre otros, y libertad de algunos, de unos pocos individuos para decidir sobre otros individuos, sin excepciones una abrumadora mayoría. Este discurso, esta efectiva manipulación ideoléxica, es semejante al mito que celebra la independencia de Texas de México aduciendo que fue para gozar de “mayores libertades políticas” sin aclarar que se trataba de “mayores libertades de unos a esclavizar a otros”, ya que el gobierno mexicano había regalado tierra a los inmigrantes anglosajones sin haber legalizado la esclavitud, verdadera fuente del “milagro económico” del sur estadounidense.

Pinochet no solo no fue acosado económicamente por Nixon, como lo fuera Allende, sino que además recibió todos los beneficios posibles (morales, ideológicos, militares y económicos) de la superpotencia. Pese a todo, la pobreza y el desempleo no solo continuó creciendo en el llamado “Milagro económico chileno” (mito propagado y diseminado por la poderosa ultraconservadora Heritage Foundation, fundada por Paul Weyrich, Edwin Feulner y Joseph Coors) sino que además, en los 80s, el país se sumergió en una dolorosa crisis económica que ocurrió simultáneamente en otras dictaduras menos exitosas del continente.

Quienes entregaron al país y sus recursos naturales tan codiciados por las exitosas compañías occidentales a fuerza de una dictadura sangrienta, no se los llamó “vende patrias” sino “salvadores de la libertad”. Las ideas indoctrinadas como un dogma incuestionable (cuestionado en todas las universidades de Estados Unidos, menos en el departamento de Friedman) por una simple decisión estratégica de las agencias de Estados Unidos, no se las llamó “ideas extranjeras”.

Fue una operación perfecta, o casi perfecta. Otro típico caso de “ideología reversa”. La mafia neoliberal (a través de sus voceros más pobres, es decir fanáticos) se encargó siempre de acusar a cualquier grupo universitario o de activistas sociales o de intelectuales críticos de practicar las ideas del teórico marxista italiano Antonio Gramsci. Sin embargo, si bien la izquierda tradicional fue gramsciana por su análisis de la realidad y por su natural resistencia crítica al poder (que se expresa y consolida por el sentido común prefabricado), la derecha internacional fue siempre gramsciana en la aplicación del poder a través de las ideas colonizadas.

Se puede ocupar un país, se puede imponerle un gobierno títere por un tiempo limitado, pero si el objetivo es permanecer, la única forma posible es colonizar las ideas de un pueblo hasta inocularlas con un interés parasitario que con el tiempo terminarán adoptando como propias. Tan propias que cualquier cosa que suene diferente, como la recuperación soberana de sus recursos, será aplastada con calificativos como “ideas foráneas” –y sus propulsores “vende patrias”.

Pero a toda esta ingeniería de las ideas que define nuestro mundo hay que sumarle un aliado fundamental: ese miedo que es parte de la condición humana, ese miedo de un mendigo que es capaz de matar y morir por conservar las pocas pero sonantes monedas que le tiró un buen señor a la salida de la iglesia y que le costó todo el día ganar.

El 19 de mayo de 2019, en Morehouse College de Atlanta, el multimillonario invitado a dar el típico discurso moralizador de graduados, Robert F. Smith prometió pagar la deuda de los estudiantes por haber estudiado. La audiencia estalló en llanto. Un gesto noble, sin dudas. Con sus viejas trampas, por lo expuesto desde hace veinte años…

La historia de las brutalidades de Gran Bretaña en Chagos | Página12

Fuente original: La historia de las brutalidades de Gran Bretaña en … | Página12

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Los habitantes fueron arrancados de la isla y condenados al destierro
La historia de las brutalidades de Gran Bretaña en Chagos

El caso de Diego García, la isla del archipiélago de Chagos de la cual Naciones Unidas le ordenó retirarse a Gran Bretaña , guarda llamativas similitudes con las islas Malvinas. Sus habitantes fueron arrancados de allí sin que nadie tuviera en cuenta su opinión y fueron condenados al destierro.

Diego García es un atolón (una isla de coral en forma de anillo) de apenas 44 kilómetros cuadrados, el único habitado en el archipiélago de Chagos, en el Oceáno Indico, a una distancia de unos dos mil kilómetros del sur de India y un poco más lejos de la costa oeste de Africa.

La isla fue descubierta por un marinero andaluz que la descubrió en el siglo XVI y le puso su nombre. Pasó por manos portuguesas y francesas hasta que luego de las Guerras Napoleónicas quedó bajo dominio británico. Gran Bretaña la utilizó como lugar de recarga de carbón para los buques que navegaban entre Europa y Australia.

En 1966 los británicos acordaron alquilarle la isla a Estados Unidos por 50 años, hasta 2016, para que instale una base militar en plena Guerra Fría. Pero luego del 11-S la CIA aprovechó su ubicación estratégica para armar allí también una prisión secreta al estilo Guantánamo, donde puede hacer de las suyas fuera de todo control en su particular lucha contra el terrorismo. Un paraíso natural de aguas transparentes y mágicos corales luminosos terminó convertido en un pantano de tortura y horror.

A los dos mil habitantes de Diego García (los “chagosianos”, ya que viven en Chagos) los echaron sin miramientos. Lo hicieron de diversas maneras. Por ejemplo, con el bloqueo al ingreso de alimentos, por lo que algunos no aguantaron y se trasladaron a villas miseria de la vecina isla Mauricio, donde aún sobreviven como pueden en casillas de chapa. Hubo también embarcados a la fuerza y otros que fueron engañados con anzuelos tales como vacaciones gratis en el exterior para después impedirle el regreso. Se recuerdan casos emblemáticos como el de María Aimee, quien en 1969 llevó a sus hijos a Port Louis, en Mauricio, para un tratamiento médico y luego no le dejaron subir al barco para la vuelta. Recién se pudo reencontrar con su marido dos años más tarde.

Cuentan que muchos de los pobladores no soportaron el destierro. Hubo suicidios y casos de alcoholismo. En una nota de The Times, de Londres, en 2007, una isleña recuerda: “Era el paraíso, éramos como aves libres, y ahora estamos igual que en una prisión”.

En 1998, los chagosianos y sus descendientes resolvieron acudir a la Justicia. Para todos los especialistas, en su caso se había producido una flagrante violación al derecho internacional. Dos años después, en efecto, el Tribunal Supremo británico dictaminó que la expulsión había sido ilegal y que los habitantes debían regresar. En 2004, el fallo fue confirmado en la Corte de Apelaciones. Los sucesivos gobiernos británicos ignoraron la sentencia y el Foreign Office continuó apelando hasta que, en 2008, la Cámara de los Lores –última instancia del particular sistema legal inglés– falló a favor del gobierno por un ajustado tres a dos. El argumento esgrimido por los lores fue que el gobierno contaba con títulos suficientes para legislar sobre una de sus colonias en función de la seguridad de los intereses del Reino Unido. Estados Unidos ya había advertido que la vuelta de los habitantes significaría un “riesgo inaceptable” para su base.

Obstinados en recuperar su paraíso, los isleños acudieron a la Corte Europea de Derechos Humanos. Entonces, en 2010, el gobierno inglés sacó un increíble argumento de la manga. El canciller David Miliband anunció que crearía la mayor reserva natural oceánica del mundo alrededor del archipiélago, que componen unas 55 minúsculas islas, en función de las 220 especies de corales y las más de mil de peces que se encuentran en sus aguas. Para preservar el área virgen, obviamente, resultaba imprescindible que no esté habitada por los depredadores agricultores chagosianos. Al parecer, los peces no tenían problemas con las naves norteamericanas que salían a bombardear Afganistán o Irak. Tampoco con los militares que viven allí, ni los empleados civiles. Tan triste todo, que un cable difundido por Wikileaks reveló el obvio trasfondo de la maniobra.

La novelista Philippa Gregory describió el caso de Diego García en un artículo de junio pasado en The Times titulado elocuentemente “Las Falklands secretas que siguen en conflicto”. “He leído los papeles del Foreign Office desde 1960 intentando entender la historia de Chagos: es una lacrimógena experiencia sobre el engaño y la arrogancia”, escribió.

Entre genocidios y riquezas | Página12

Fuente original: Entre genocidios y riquezas | Página12

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Imaginemos si los argentinos hablásemos más de catorce lenguas indígenas.

Cuesta imaginarlo, ¿no? Pero esa es la realidad. En Argentina se ha invisibilizado la pluralidad etnolingüística. Según la publicación del Inadi realizada por Ana Carolina Hecht, en la “actualidad nos definimos como un país multilingüe poseedor de una enorme diversidad sociolingüística y sociocultural, donde además del español y las lenguas de migración, existen catorce lenguas indígenas con muy diferentes grados de vitalidad”.

Sin embargo, estas lenguas fueron y son negadas. Esto genera consecuencias, porque cuando se impone una forma de comunicarse, se impone una forma de ver el mundo. Las palabras reflejan miradas y sentidos. Como sostiene el libro Propuesta para un Kvme Felem, un solo concepto en Mapuzugun encierra toda una frase que refleja nuestra cosmovisión y nuestro Kume Felem.

Este ocultamiento es consecuencia de que los pueblos indígenas vivieron un genocidio del cual hoy padecen sus consecuencias. Muchos negaron sus raíces y su identidad para sobrevivir. Escondieron ceremonias, saberes, conocimiento e incluso su idioma. Es oportuno recordar que el 60 por ciento de la población actual desciende de pueblos indígenas.

Recientemente, el presidente Mauricio Macri en el Congreso Internacional de la Lengua Española negaba la diversidad de culturas que conviven en el territorio afirmando: “Imaginemos si acá los argentinos hablásemos argentino y los peruanos, peruano, y los bolivianos, boliviano, y necesitásemos traductores para hablar con los uruguayos”.

Acá no se habla argentino, se habla quechua, guaraní, qom l’aqtaqa, wichí, nivaclé, chorote, áonek, mapuzugun, español, entre otras muchas lenguas. Sin embargo, hay una mirada dominante que se impone y un genocidio que se perpetúa simbólicamente negando nuestras raíces.

Según la antropóloga Diana Lenton, “venimos sosteniendo que las campañas del desierto significaron un genocidio para los pueblos originarios, también sostenemos que es un genocidio que todavía continúa, en el sentido de que no hubo un corte, no hubo ninguna gestión de gobierno que haya tenido la voluntad política de cortar con ese genocidio, sino que sigue existiendo un proceso genocida”. En el contexto actual “estamos en la instancia de realización simbólica del genocidio en el sentido que perduran las condiciones, que son estas condiciones discursivas”.

La perpetuación del genocidio sufrido por los pueblos indígenas tiene entre sus pilares a los medios de comunicación que ocupan posiciones dominantes, quienes realizan un doble juego de invisibilización y estigmatización. Según el informe de la Defensoría del Público “de 17.197 noticias analizadas durante 2016 en el Monitoreo de los programas noticiosos de los canales de aire de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sólo 0,1 por ciento refiere a pueblos originarios y campesinos”. Asimismo, el Inadi sostiene que los Pueblos Originarios son muchas veces retratados como extraños u opuestos a la cultura argentina o los “intereses nacionales” y se desconocen aspectos sociales, culturales y políticos más amplios en las coberturas.

Claramente, hay que exigir políticas de Estado que cuestionen la realización simbólica del genocidio.  Para generar las condiciones de esas políticas públicas, como comunicadores y comunicadoras podemos poner en tensión los discursos hegemónicos que reflejan la discriminación y el colonialismo cultural dominante. Podemos reflejar la riqueza multicultural, pluriétnico y multilingüe del país que somos.

* Licenciado en Comunicación social UNLZ. Docente de la UNRN

Los cercos del algoritmo | Medios y comunicación | Página12

Fuente original: Los cercos del algoritmo | Medios y comunicación | Página12

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Roberto Samar y Javier Cantarini explican cómo Facebook y Google segmentan las opiniones que se ven en los muros y en las búsquedas de acuerdo con la ideología del titular de las cuentas. Los riesgos de un mundo de guetos.

Hace tiempo que en tu cuenta de Facebook no aparece ninguna publicación de contactos con los que supiste compartir algún tramo de tu vida. Entonces lo buscas por su nombre y te das cuenta que sus publicaciones distan mucho de tus ideas y gustos. Un fuerte impulso por ver que apoya todas las expresiones que de alguna manera crees que son perjudiciales para la sociedad te hace dar gracias a la red social más consumida en Argentina por haberlo ocultado.

Pero si hacemos el ejercicio de ver más allá de nuestras narices y gustos podemos darnos cuenta que nos vamos construyendo un cerco social y comunicacional. O que, en verdad, nos construye el algoritmo que usa Facebook de acuerdo a nuestros clics.

Un cerco que también se fortalece con los servicios de noticias a los que estamos suscriptos que dirigen la información de acuerdos a nuestras preferencias. Si simpatizas con Cambiemos te llegará una catarata de noticias vinculadas al discurso de la mano dura o de estigmatización de la pobreza, pero seguramente no te enteres del aumento de la violencia institucional que denuncia la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional.

Una situación similar se da en la industria del entretenimiento como Netflix que te satura con un contenido siempre idéntico, dificultando que puedas encontrar títulos alternativos que pueden poner en tensión tu mirada motivando así el ejercicio del pensamiento crítico. O el buscador de internet más utilizado, Google, que desde 2009 arroja distintos resultados a pesar que las personas busquen la misma palabra.

El integrante de MoveOn, Eli Pariser, ejemplifica en su texto el Filtro Burbuja que, con la personalización de Google, “la consulta ‘células madre’ puede producir resultados diametralmente opuestos en el caso de que los usuarios sean científicos que apoyen la investigación o activistas que se opongan. En otras palabras, ya no existe un Google estándar”.

En los consumos culturales y de noticias, siempre existió lo que se denominó una “exposición selectiva”. Es decir, que tendemos a exponernos a contenidos que nos son afines. La particularidad del momento actual, es que los discursos y contenidos que no coinciden con nuestros puntos de vista se nos vuelven invisibles por los filtros que producen las nuevas tecnologías.

Pariser afirma que “la nueva generación de filtros de internet observa las cosas que parecen gustarte”. Y que de esta manera “tu pantalla de ordenador es cada vez más una especie de espejo unidireccional que refleja tus propios intereses, mientras los analistas de los algoritmos observan todo lo que clicas”. En un mundo globalizado y en el que internet y las redes sociales se presentaron como la democratización de la información a gran escala ¿Qué sentido tiene que los mismos contenidos circulen entre las mismas personas?

“La era de una conexión cívica con la que tanto soñaba no ha llegado. La democracia precisa de ciudadanos que vean las cosas desde el punto de vista de otros, pero en vez de eso cada vez estamos más encerrados en nuestras burbujas”, sintetiza Parisir.

Todo hace pensar que estas nuevas estructuras comunicacionales podrían profundizar las grietas ideológicas. Ahora, el desafío que se nos presenta es construir puentes, espacios de diálogo que tal vez incomoden, pero que sí puedan poner en tensión esas burbujas, especialmente a las que sostienen y alimentan discursos anti-políticos, machistas, xenófobos y estigmatizantes que nos retrotraen a los momentos más oscuros y tristes de nuestra historia.

Roberto Samar es especialista en Comunicación y culturas UNCO. Docente de la UNRN

Javier Cantarini es Periodista. Integrante de la RED PAR. Diplomado en Comunicación con Perspectiva de Género y Derechos Humanos.

Radiografía mediática: la concentración o la libertad – lavaca

Fuente original: Radiografía mediática: la concentración o la libertad – lavaca

 

El Monitoreo sobre la Propiedad de Medios en Argentina es una investigación que revela la composición accionaria y los negocios de diversos grupos mediáticos. La investigación, realizada por el diario cooperativo Tiempo junto a Reporteros Sin Fronteras, describe los efectos de la concentración mediática: el rol del Grupo Clarín, el principal ganador durante el macrismo, la opacidad de los dueños de los medios, la destrucción provocada durante los últimos 3 años. Y el significado del periodismo autogestivo y cooperativo.

“El mapa de los medios de comunicación y sus ramas en la Argentina actual dibuja altos niveles de concentración, si se toma como referencia la participación de las cuatro principales empresas en cada una de las industrias. El nivel de concentración es mucho mayor si se considera que varios de los grupos mediáticos líderes en una de las ramas (prensa online, por ejemplo) son también dominantes en el resto (tv, radio, prensa gráfica). La concentración en la Argentina es además geográfica, puesto que las principales usinas de información y entretenimiento están localizadas en la zona metropolitana de Buenos Aires”.

Esa una de las conclusiones del Primer Monitoreo sobre la Propiedad de Medios en Argentina, un proyecto de investigación desarrollado por el diario cooperativo Tiempo Argentino y Reporteros sin Fronteras, con apoyo de la Fundación Ebert Stiftung.

El informe, resultado de un trabajo de cinco meses (http://argentina.mom-rsf.org/es/), relevó 22 grupos de comunicación. Se detalla la composición accionaria de los medios, sus negocios paralelos y quiénes son sus dueños, además de una serie de datos respecto a la industria periodística que pueden sintetizarse en imágenes bien concretas:

  • El trabajo señala que es “imposible recrear” cómo es el mercado nacional de audiencias audioviduales, debido a que las mediciones de radio y TV están concentradas en una sola empresa, Kantar Ibope Media, cuyos datos “sólo son accesibles a través de lo que las empresas de radio y televisión, muchas veces a través de otros medios pertenecientes al mismo grupo, informan”.
  • Sólo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), datos de 2017, los cuatro principales grupos televisivos concentran el 56,7 por ciento de audiencia, según se supone. Otro dato monopólico y centralista: “Clarín concentra el 22,6 de las audiencias, pero el 60 por ciento de los contenidos de canales locales de grandes urbes son contenidos repetidos que se distribuyen desde Buenos Aires”.
  • La prensa gráfica perdió “influencia directa por la disminución dramática” de la venta de ejemplares diarios, pero sigue marcando agenda. “La concentración de los diarios impresos es mayor aún que la de la TV: los cuatro grupos económicos a los que pertenecen los periódicos con mayor circulación del país concentran el 74,18% de las ventas. Sólo el Grupo Clarín domina el 43% del mercado”.
  • En radio, su arquitectura tecnológica permite una convivencia entre emisoras, pero la concentración es también alta: los principales grupos (Clarín, Indalo y Prisa/Albavisión) concentran el 53 %.
  • Entre la actual situación de concentración y de crisis de la industria, con más de 3500 despidos y retiros voluntarios desde la asunción de Cambiemos en 2015, surge la experiencia de medios recuperados y cooperativos en la creación de contenidos a través de nuevas y creativas formas de organización.

El proyecto de Monitoreo sobre la Propiedad de los Medios (que utiliza la sigla MOM, por Media Ownership Monitor) analizó la situación de 14 canales y señales de televisión, 14 emisoras de radio, 10 diarios impresos y 14 sitios web de noticias. “Es imposible abordar la concentración de los medios y de los flujos informativos en Argentina sin detenerse en el Grupo Clarín”, apunta, y lo subraya como el principal beneficiario de la distribución de publicidad oficial por parte del Estado, además del principal beneficiario por la orientación política de comunicaciones de Cambiemos, que posibilitó –entre otras cosas- la fusión entre Cablevisión y Fintech (cable y telefonía celular) en medio de la desregulación de la Ley de Medios.

La investigación aporta también una línea de tiempo que permite entender una lectura histórica, social y económica del desarrollo de los medios y las audiencias en Argentina, además del contexto legal en el que se fueron desenvolviendo las políticas en materia de comunicación.

La falla del mercado

La presentación de los resultados del Proyecto MOM se realizó en el Anexo de la Cámara de Diputados. El director de Reporteros Sin Fronteras España, Alfonso Armada, abrió el seminario. “La libertad de información es imprescindible para la democracia”, apuntó. Si bien remarcó que  “la democracia no puede existir sin la existencia de medios independientes, sean públicos o privados”, destacó que, durante el último tiempo, hubo un “crecimiento exponencial” de nuevos medios que van desde iniciativas digitales hasta cooperativas, “vías interesantes” para que otras voces contribuyan al debate político.

La representante de la Fundación Ebert, Dorte Wollrad, subrayó que los medios son fundamentales en medio de la “crisis de la democracia y de la representación” de esta época.

Finalmente, el presidente de la Cooperativa Por Más Tiempo, Federico Amigo, destacó el camino sin patrón recorrido junto a sus compañerxs. “Estamos a pocos días de cumplir tres años. Estar acá tiene que ver con una valoración del camino recorrido por esta gestión llevada adelante por sus trabajadores. Hay un reconocimiento: no nos caímos del mapa. Tiempo es una cooperativa que está integrada por 90 socios, que son sus dueños. Hoy los medios autogestivos tenemos un rol clave”.

Luego, previo a la presentación de los resultados de la investigación, el director de MOM, Olaf Steenfadt, destacó que este es el decimonoveno informe que han producido en el mundo, con más de 100 mil visitas en la web.

“Lo que vemos es que existe una falla del mercado, en el que hoy en día los medios dejaron de ser un negocio rentable. Toda esta precariedad abre la puerta a malos actores, que se conjuga con la llegada de la revolución digital y la tecnología, que cambió el paradigma de nuestra profesión”.

Steenfadt recuerda que, en el esquema tradicional de los medios, la creación de contenido era la pieza clave que podría ampliar su difusión gracias a la tecnología. “Pero hoy vivimos en una era en la que el contenido parece estar al servicio de la tecnología, y no al revés”. En ese sentido, apuntó, el informe permite conocer los intereses económicos y políticos detrás de los medios de comunicación.

La búsqueda en la investigación puede segmentarse por grupo mediático, y también por propietario.

Durante la presentación, el equipo marcó el caso de la propiedad de América TV, porque tiene una compleja estructura societaria. El 40 por ciento pertenece a Claudio Belocopitt, dueño del 76 por ciento de Swiss Medical. “Pero el entramado del canal es una especie de mamuschka con sociedades que poseen otras sociedades que, a su vez, son dueñas de las otras. En ese esquema, es imposible saber las acciones de los otros propietarios, la familia Vila y José Luis Manzano”.

Esa situación revela la opacidad de muchas de las empresas de medios en Argentina. El investigador, docente y experto en concentración, Martín Becerra, fue otro de los que formó parte del equipo de investigación. “Obtuvimos información sobre el Grupo Clarín porque es una empresa que cotiza en bolsa, y entonces la información es pública, a diferencia de otros grupos que están más vedados”. Becerra contó que pidieron informes al Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), que tiene la obligación legal de exigir esa información a las empresas. “Nos contestaron que no tienen el registro”.

El equipo hizo hincapié en cómo el Estado fue desarmando el marco legal del Enacom a través de decretos desregulatorios: “Hoy es una entidad gubernamentalizada por decreto, que se contradice con todas las leyes regulatorias. Fue invitada a esta presentación. Esperamos que vengan”.

El patriarcado mediático

El informe también destina un apartado llamado La deuda con las mujeres, en el que analiza el impacto del movimiento feminista en la estructura de los medios. Más allá de destacar que hay un cambio en el lenguaje en cómo se presentan determinadas noticias fruto de la lucha en las calles, y otro tipo de presencia en los contenidos, al analizar la estructura de propiedad de los 52 medios pertenecientes a los 22 grupos, surgió que “no hay ninguna mujer que sea accionista mayoritaria o detente el control efectivo en las sociedades propietarias de los principales medios de comunicación del país”. Y en los máximos escalafones, los cargos son ejercidos por hombres en el 88,5 por ciento de los casos. De los 52 medios, sólo hay seis mujeres ocupando cargos de CEO y gerente de contenidos. Más datos:

  • El 71 por ciento de las trabajadoras de prensa dijo que tiene un jefe varón.
  • El 76 por ciento de los integrantes de la mesa directiva de sus medios son varones.
  • Sólo 27 por ciento de las notas informativas de radio, televisión y diarios son reportadas por mujeres.

El factor Macri

La investigación revela que la llegada de Cambiemos al poder en 2015 provocó cambios profundos en el panorama de medios argentinos. Los principales efectos pueden sintetizarse en estos puntos:

  • “El Grupo Clarín se fusionó con Telecom para generar uno de los tres grupos empresariales más grandes de la economía argentina y el más poderoso de la historia de las comunicaciones locales.
  • Más de 2700 trabajadores fueron despedidos o tomaron retiros voluntarios en Buenos Aires, según datos del Sindicato de Prensa de ese distrito;
  • El sistema de medios y producción de contenidos estatal perdió más de la mitad de las audiencias con las que contaba hasta 2015 y fue el sector mediático que más trabajadores despidió;
  • 45 periodistas fueron heridos en coberturas callejeras por la Policía y otros 13 resultaron heridos por el accionar represivo de las fuerzas de seguridad;
  • Durante 2016 y 2017 se discriminó a medios opositores en la distribución de publicidad oficial, aunque eso se revirtió en 2018 y los montos se redujeron, así como la discrecionalidad en su reparto”.

El futuro es presente

Otro de los “hallazgos” que presenta el informe es el presente de los medios autogestivos, “con una mirada de la comunicación como un derecho, independiente de los grandes poderes económicos y alejada de la batalla mainstream por los clicks y la mercancía de la información”. Allí se encuentran los medios recuperados por sus trabajadores. Entre 2016 y 2018 se crearon ocho, como Tiempo Argentino o Pulso,  lo que duplicó la cantidad existente hasta ese momento). “Es un espejo de otro hallazgo del informe, que es la crisis de los medios”, explicó el periodista Gerardo Aranguren. “Desde la asunción de Macri, cerraron alrededor de 30 empresas de medios. Eso significó alrededor de 3500 trabajadores de prensa entre despidos y retiros voluntarios. La contracara son los medios recuperados. Estos medios no reducen sus costos, sino todo lo contrario”.

El informe destaca la experiencia de las revistas culturales (131 censadas en el último informe de AReCIA –la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina- pero la cifra supera las 300), radios comunitarias (215 en funcionamiento) y emisoras de TV comunitarias (10 en todo el país). “Yo creo que es una alternativa real, un camino concreto de poder brindar a todos y a todas la posibilidad de tener el derecho de acceder a información fidedigna. Los medios autogestionados brindan esta posibilidad frente a un discurso único de las empresas de medios concentradas”, destaca en el informe Julio Delgado, presidente de la cooperativa que edita el diario El Independiente en La Rioja. “La lucha es despareja porque la diferencia de escala y recursos lo hace muy difícil. Nuestras inversiones son lentas y van detrás de los ritmos de las tecnologías porque priorizamos a los trabajadores”.

En este punto, la investigación precisa que la crisis actual del país impacta en los costos de producción de los medios, tal como reflejó AReCIA en su declaración de emergencia en 2018 (https://www.lavaca.org/notas/las-publicaciones-autogestivas-en-emergencia-una-declaracion-urgente-y-5-propuestas-para-equilibrar-la-balanza/).

En ese sentido, el trabajo retoma la palabra de Natalia Vinelli, directora de Barricada TV y titular de la Coordinadora Nacional de Televisoras Alternativas: “Una de las barreras que impide que el sector pueda desarrollarse es la concentración. De propiedad, de línea editorial, de mercado, de audiencia. Concentración que impide la diversidad de fuentes, pluralidad de voces, que circulen otras miradas de mundo. Es difícil pensar que medios chicos podamos ser un contrapeso, pero tenemos que pelear para ocupar ese espacio que no debería ser una pelea solo de los medios comunitarios sino de toda la sociedad.

Sobre el conglomerado que integra AReCIA el informe cita a Franco Ciancaglini, editor de la Revista Mu, quien destaca “el espíritu de la autogestión y la independencia de los sectores comerciales del poder” de esas publicaciones. Y otra diferencia, el rol de los trabajadores: “A estos medios comerciales tan grandes los veo muy camaleónicos, pero claramente el factor de ajuste son los trabajadores y ahí hay una diferencia abismal con los medios autogestivos, que parten de la voz de los trabajadores y de la construcción de cada una de esas personas que las integran”. Allí está la base de otra propuesta que plantea Vinelli en el informe: “El gran desafío es alcanzar audiencias masivas y poder poner en circulación otras miradas del mundo”.

Blog Sin Dioses: «Medicamentos farmacéuticos son hechicería y la Biblia no menciona la vacunación», argumento de antivacunas cristiana.

Fuente original: Blog Sin Dioses: «Medicamentos farmaceúticos son hechicería y la Biblia no menciona la vacunación», argumento de antivacunas cristiana

sábado, 6 de abril de 2019

«Medicamentos farmaceúticos son hechicería y la Biblia no menciona la vacunación», argumento de antivacunas cristiana.

El sinsentido de los antivacunas y fundamentalistas religiosos parece no tener fin, y cuando ambos se mezclan es peor.Justamente esto es lo que ha ocurrido con la autora cristiana y activista antivacunas Brittany Kara, quien aduce además ser una practicante de PNL certificada, hipnoterapeuta, entrenadora de nutrición (sin ser nutriocionista) razón por la que enseña a las personas cómo «desintoxicar» sus vidas a través de la limpieza y los «súper alimentos». El hecho que sea madre lo exhibe como razón para sustentar las causas magufas que impulsa.En un video editado por The Real Truther, Brittany Kara ofrece un argumento hasta ahora sin presentarse de por qué las vacunas son malas: Dios no dio ninguna pista de ellas en la Biblia.

«Acabo de decidir buscar en Google sobre lo que dice la Biblia sobre las vacunas. No hay nada en la Biblia que habla de vacunas. Solo quiero que pienses en eso. Entonces, si Dios supiera que en el futuro se iban a crear estas cosas asombrosas que serían los mejores avances científicos, como oh, Dios mío, son tan geniales, ¿por qué no hay nada? ¿Estas cosas, llamadas vacunas, se crearán más tarde para salvar a la gente? Si ese era realmente el plan de Dios y son tan asombrosos, entonces ¿por qué no están ahí? Tal vez haya un capítulo en el que hablen sobre algo como una inyección, como esta inyección para la salud, ¿verdad? Por ejemplo, ¿por qué Dios no habló de eso si él sabía que iba a venir y salvar al mundo? Si ese era realmente el plan de Dios, y son tan asombrosos, ¿por qué no están ahí?»

Claro, la Biblia tampoco menciona a Google y sin embargo ella lo uso para buscar información. Quizás debió haberse limitado a ir aun consejo de los ancianos del grupo para pedir consejo. Si se tomara como válida esa línea de razonamiento tampoco habría que sacar las muelas dañadas, lavarse los dientes, hacer uso de antibióticos, ir al médico, extirpar las apéndices inflamadas, ni los tumores. ¿Dice la Biblia en alguna parte de cirugías del corazón, maquinas de reanimación o incubadoras para bebés prematuros? Claro que no.  Las pocas recomendaciones para salud incluyen la cuarentena de leprosos  y ser examinado por el sacerdote. Nada de médicos.

«Cuando haya infección de lepra en un hombre, será traído al sacerdote. Entonces el sacerdote lo examinará, y si hay hinchazón blanca en la piel, y el pelo se ha vuelto blanco, y hay carne viva en la hinchazón,11 es lepra crónica en la piel de su cuerpo, y el sacerdote lo declarará inmundo; no lo aislará, porque es inmundo. Y si la lepra brota y se extiende en la piel, y la lepra cubre toda la piel del que tenía la infección, desde su cabeza hasta sus pies, hasta donde pueda ver el sacerdote, entonces el sacerdote mirará, y he aquí, si la lepra ha cubierto todo su cuerpo, declarará limpio al que tenía la infección; se ha vuelto toda blanca y él es limpio. Pero cuando aparezca en él carne viva, será inmundo. Y el sacerdote mirará la carne viva, y lo declarará inmundo; la carne viva es inmunda, es lepra. Mas si la carne viva cambia nuevamente y se vuelve blanca, entonces vendrá al sacerdote, y el sacerdote lo mirará, y he aquí, si la infección se ha vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al que tenía la infección; limpio es.» (Levítico 13: 9 – 16)

Tristemente la línea de razonamiento de Brittany Kara, es similar a la que ha llevado a algunas denominaciones cristianas a rechazar la consulta a los médicos, con fatales consecuencias. (Ver: La Iglesia que prohíbe ir al médico)Las barrabasadas de la cristiana experta en falacias naturales continúa en el vídeo para decir que los medicamentos farmaceúticos son hechicería

«Pero es tan demoníaco, chicos. Primero que todo, cuando te das cuenta de que Dios  nada dijo sobre las vacunas, él enseñó sobre nutrición y nuestros sistemas inmunes maravillosamente increíbles, que son nuestro sistema natural de vacunas, que es tu mejor oportunidad de luchar contra cualquier dolencia o enfermedad. […]
La segunda cosa es que no hay nada en la Biblia, realmente, sobre los productos farmacéuticos, excepto en la versión antigua de la Biblia, había una palabra llamada “pharmakeia” ”… es la raíz de la palabra que tenemos hoy, que es “Productos farmacéuticos”. ¿Y sabe qué se definió en la Biblia? Brujería. Los productos farmacéuticos en la Biblia, esa palabra griega, de donde vino esa palabra griega, se consideraron hechicería, y no era buena, y Dios no quería que lo hiciéramos.»

Tocará preguntarle a la cristiana Kara en qué parte de la Biblia se habla del sistema inmune, porque hasta 1866 se empezó a usar el término «inmunidad» en el sentido actual. Dándose la identificación de la propiedad antitóxica del suero en 1890 por Emil von Behring y la introducción del término “anticuerpo” por Paul Ehrlich en 1891 para referirse a uno de los mecanismos de defensa más relevantes del sistema inmunitario adaptativo. Justamente el conocimiento científico del funcionamiento de los linfocitos y los anticuerpos permitió desarrollar la tecnología de la vacunación. De habernos quedado con la Biblia nos estaríamos preguntando en cada epidemia qué hemos hecho malo para enfadar a Dios. Y saldrián los religiosos a responder ante cada episodio de enfermedad contagiosa así:

«Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra mí rebelándose pérfidamente, y extendiere yo mi mano sobre ella, y le quebrantare el sustento del pan, y enviare en ella hambre, y cortare de ella hombres y bestias […] O si enviare pestilencia sobre esa tierra y derramare mi ira sobre ella en sangre, para cortar de ella hombres y bestias, […] y conoceréis que no sin causa hice todo lo que he hecho en ella, dice Jehová el Señor.»  Libro de Ezequiel 14: 13-23.

Volviendo al vídeo, más adelante Kara afirma que las vacunas son responsables del daño cerebral y los trastornos de género:

«¿Cuándo decidimos que íbamos a inyectar a nuestros bebés sanos con bebés muertos? ¿Cuándo decidimos que eso era algo inteligente y esperar que no tuvieran daño cerebral, y luego esperamos que no tengan trastornos de género?»

No se específica que entiendo ella por «transtornos de género» pero por ser una fanática cristiana puede referirse a orientación sexual homosexual, bisexual o a las condiciones trasngénero.

Y hacia el final del vídeo, Kara declara:

«Realmente creo que creer en las vacunas es un trastorno mental.»

Una declaración así, no deja más que encogerse de hombros y una enorme reacción de asombro y bochorno, propio de de un facepalm.

En estos casos de los antivacunas, los que se rehúsan a la asistencia médica o a las transfusiones de sangre no están adoptando una creencia sin efectos negativos como creer en que Jesús es o no parte de la Trinidad. Estas creencias tienen en realidad efectos sobre la salud y la vida de las personas, y peor aún, afectan a niños, personas que deberían ser motivo de atención de sus padres, la sociedad y los gobiernos. Por eso no estoy de acuerdo con quienes, frente a una noticia como esta dicen, «está bien, que la selección natural se los llevé», porque en casos de gente con ideas estúpidas como Brittany Kara, están poniendo en riesgo a muchos niños inocentes de las creencias absurdas de sus padres y familiares ( y no, tampoco eso es un rasgo genético que pueda eliminar la selección natural).

Ver vídeo de Kara aquí

Brillaba con sus crónicas, pero era todo falso | Página12

Fuente original: Brillaba con sus crónicas, pero era todo falso | Es… | Página12

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Escándalo por el caso del periodista alemán Claas Relotius, de la revista Der Spiegel.
Brillaba con sus crónicas, pero era todo falso.

El periodismo alemán se vio sacudido por una noticia que impactó en el mundo: el periodista de una de las revistas germanas más prestigiosas, Der Spiegel, había construido su prestigio en base a notas y entrevistas que eran inventadas. Claas Relotius, de 33 años, fue el protagonista de una historia en la que quedó en ridículo una de las publicaciones de mayor circulación en Alemania. El fraude se descubrió por la tenacidad de un periodista que se desempeña como colaborador de la revista.

Juan Moreno, un periodista español criado en Alemania, que trabaja como free-lance en la publicación, fue quien desmontó las mentiras de su colega, una de las estrellas de Der Spiegel y del periodismo alemán. Nadie en la revista se había percatado que decenas de notas con la firma de Relotius eran ficción pura.

El caso que conmocionó a Alemania comenzó en noviembre cuando Moreno viajó a México para un reportaje que se iba a titular “La frontera de Jaeger”. Su tema: el movimiento migrante desde México hasta Estados Unidos en plena polémica por el muro de Donald Trump. Los editores de Der Spiegel le avisaron que Relotius, la firma más cotizada de la revista, viajaba para escribir con él. Quedaron en que Moreno acompañaría a un migrante hacia la frontera, mientras que del otro lado, Relotius cubriría a los milicianos civiles amados para evitar el ingreso de extranjeros.

Ambos trabajaron como se había pactado. La nota iba a publicarse con la firma de ambos. Moreno leyó el trabajo final antes de su publicación y no le convencieron algunos datos aportados por Relotius. Entonces, llamó a un área de Der Spiegel, dedicada a la comprobación de datos y documentación. Ese departamento, que ocupa a 60 personas, deslindó su reclamo.

Más tarde, Moreno recibió otro borrador. Allí, se narraba que un miliciano le disparaba a algo que movía, y se justificaba en que era un migrante. Ese episodio no figuraba en el primer borrador y alimentó las suspicacias de Moreno, quien tuvo la semiplena prueba de que el reportaje del que era co-autor contenía mentiras. En la prensa norteamericana encontró un artículo con datos similares a los aportados por Relotius. De hecho, el miliciano Jaeger descrito por Relotius aparecía nombrado.

Otra incoherencia quedó al descubierto cuando Moreno reconoció en una foto del New York Times comprada por Der Spiegel a Tim Foley, a un miliciano al que ubicaba de un documental. Se trataba de una figura conocida: Relotius alegó haberlo entrevistado sin ponerle el nombre y aseguró que el militar no dejó fotografiarlo, razón por la que se compraron las fotos.

En ese punto, las quejas de Moreno continuaban puertas adentro de Der Spiegel. El propio Relotius se quejó ante él por sus sospechas. Moreno le hizo preguntas y lo dejó hablar. Llegó a la conclusión de que estaba ante un fabulador. La revista se negaba a creerlo: Relotius había sido reconocido cuatro veces en los premios anuales del periodismo alemán y la CNN lo consideró el periodista del año.

Hasta ese momento, el prestigio rodeaba al periodista. Conseguía testimonios exclusivos, y sus textos estaban bien escritos. Combinaba eso con una personalidad afable y buen trato con sus compañeros. Por eso, Moreno llevaba las de perder. Hoy dice que le dieron a entender que podía perder su puesto de colaborador si continuaba con sus indagaciones.

El español jugó a fondo y viajó a Estados Unidos para chequear los datos del reportaje sobre la frontera. Buscó a los supuestos entrevistados, incluido Foley. Ante una foto de Relotius, éste dijo que nunca lo había visto en su vida. Halló a otro supuesto entrevistado, Chris Maloof. A ambos los grabó en video.

Moreno no se quedó en ese solo antecedente. Encontró una nota de Relotius sobre el caso de Colin Kaepernick, el jugador de fútbol americano que se alzó contra el racismo. En el texto figuraba el testimonio de los padres del jugador. En realidad, los pares de Kaepernick se negaron a hablar con la prensa en todo momento.

A comienzos de diciembre, los acontecimientos se precipitaron. La jefa de prensa de un grupo de vigilantes de la frontera norteamericana con México envió un correo electrónico desde Arizona a Der Spiegel quejándose porque Relotius hablaba de ellos sin haber estado allí. En ese punto, los jefes de la revista decidieron acceder al servidor de Der Spiegel, una idea de Moreno. Así comprobaron que Relotius había manipulado el correo y que nunca había estado en Arizona. Para entonces, una editora ya había descubierto otra mentira, esta vez en Facebook.

Fue el final de Relotius, quien confesó su historial de notas falsas por “miedo al fracaso”. Aseguró haber sentido “presión” y que no quería “fallar” al tener “más éxito”. El 22 de diciembre, la revista publicó un número con los pormenores del caso. Un número especial con la portada en rojo y las palabras “Cuenta lo que es” en letras blancas. Se trata del lema de Rudolf Augstein, el fundador de Der Spiegel. 23 páginas fueron destinadas al caso Relotius y se lamentó que no se hubiera descubierto antes. También hubo mea culpa por las fallas en chequear las notas falsas que se publicaron. El texto recordó que Relotius había pedido que sus notas no se tradujeran al inglés y que en una ocasión pidió que no se publicara en la web una foto de la edición impresa.

Se calcula que Relotius escribió 60 notas para Der Spiegel, todas estarán bajo análisis de un comité de periodistas veteranos que analizarán cómo fue posible la estafa. “Como editores de Der Spiegel, tenemos que reconocer que hemos fallado de forma considerable. Relotius logró saltarse y anular todos los mecanismos de garantía de la calidad de la empresa”, admitió Steffen Klussmann, director de la revista. Desde que estalló el caso, las notas de Relotius siguen on line, pero con la advertencia de que puede ser material apócrifo.

Relotius devolvió los premios que obtuvo los últimos años y CNN le revocó un galardón entregado en 2014. Hay otro punto oscuro: pedía dinero a los lectores de sus notas para una ONG. El periodista caído en desgracia admitió esto, pero asegura que el dinero fue para causas humanitarias. Sin embargo, las investigaciones apuntan a que no fue así.

El caso Relotius terminó enturbiando las relaciones entre Estados Unidos y Alemania. El embajador norteamericano, Richard Grenell, tildó a Der Spiegel de “antiamericana” por la cobertura del periodista en su país. “En 7300 palabras, Relotius solo acertó en el tamaño de la población. El resto era ficción”, dijo el diplomático sobre la nota de Relotius en Fergus Falls, un pueblo de Minnesota supuestamente proclive a Trump. Entre otras cosas cita a un hombre que alega no haber visto nunca el mar, y que en su página de Facebook aparece en una foto en una playa. Der Spiegel debió pedir perdón por esa nota.

Relotius guarda silencio tras el final estrepitoso de su carrera, mientras las miradas se posan sobre Moreno, el hombre que lo descubrió. “Engañó a todos y me hubiese engañado a mí también si le hubiese conocido”, aseguró a El País de España. “Creo que en el fondo pensaba que hay ciertas normas que todos cumplimos”, cerró Moreno.

Las sangrientas mentiras de Elliott Abrams – Common Dreams

Fuente original en inglés: Elliott Abrams’ Bloody Lies

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Publicado el miércoles 06 de marzo de 2019 por

La duplicidad del enviado venezolano de Trump.

Elliott Abrams, el enviado especial del presidente Trump a Venezuela, se hizo famoso por primera vez en 1982 después de ser nombrado secretario de Estado adjunto para los derechos humanos en la administración Reagan. Como hombre de referencia para las guerras de la administración Reagan en América Central, Abrams fue un agresivo defensor de las fuerzas pro estadounidenses que cometieron atrocidades contra los derechos humanos y crítico feroz de quienes informaron con precisión sobre sus crímenes de guerra.

Con Abrams listo para declarar esta semana ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, sus primeros días como legislador estadounidense pueden servir de guía para lo que podemos esperar de la política de “cambio de régimen” de la administración Trump en Venezuela.

En un intercambio que se hizo público a nivel nacional en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes el mes pasado, el Representante Ilhan Omar se enfrentó a Abrams sobre su condena por mentir al Congreso y las falsas declaraciones que hizo sobre la infame masacre de El Mozote.

Pero el intercambio solo insinuó el alcance del estilo mendaz de Abrams. Mientras que en la administración Reagan, Abrams tejió tales mentiras particulares en un tapiz de propaganda que prefiguraba el Trumpismo en su desprecio por los hechos, el destello de los críticos, la evasión de evidencias y la tolerancia de la brutalidad.

Tres mentiras representativas

Cuando Abrams comenzó su carrera en la comunidad de formulación de políticas de seguridad nacional de EE. UU., a principios de la década de 1980, Centroamérica se vio convulsionada por rebeliones populares. Las dictaduras en El Salvador y Guatemala habían suprimido y explotado a la mayoría pobre durante décadas. A fines de la década de 1970, estos gobiernos feudales, dirigidos por oficiales militares y élites terratenientes, enfrentaron su desafío más serio.

En El Salvador, un clérigo antes conservador, el arzobispo Oscar Romero dio voz a una rebelión popular que contó con el apoyo del público y algunas facciones en el ejército.

En Guatemala, la represión que comenzó con el golpe de la CIA en 1954 estaba llevando a la mayoría de los opositores del gobierno a simpatizar o unirse a un creciente movimiento guerrillero en el campo.

El presidente Reagan, dedicado a «cambiar el rumbo» contra el comunismo en todo el mundo, vio a cualquiera que no se comprometió con la lealtad a la política de los Estados Unidos como un «comunista», «terrorista» o «embaucador comunista». Como tales, estas fuerzas fueron blanco de una violenta represión.

En El Salvador, la administración Reagan respaldó una facción de ultraderecha del ejército encabezada por el oficial de inteligencia Roberto d’Aubuisson, quien fue entrenado en la Academia de Policía Internacional dirigida por la CIA en Washington. D’Aubuisson ideó el asesinato de Monseñor Romero en marzo de 1980 y organizó los escuadrones de la muerte que liquidaron a los civiles en favor del cambio pacífico.

En Guatemala, la ultraderecha celebró las elecciones de Reagan e intensificó su campaña de secuestro de opositores en la capital y masacrando campesinos en el campo.

En los informes anuales del Departamento de Estado sobre derechos humanos de los que era responsable, Abrams justificó esta sangrienta política con astucia creativa.

Críticas a la manipulación

«La asignación de responsabilidad por delitos específicos cometidos por ciertos elementos derechistas o por los miembros de las fuerzas de seguridad asociadas con ellos ha sido difícil», afirmó el informe de derechos humanos de 1983 sobre El Salvador.

Esta fue una alusión eufemística a una serie de asesinatos de alto perfil, incluido el asesinato de Monseñor Romero.

«Cualquiera que piense que vas a encontrar un cable que diga que Roberto d’Aubuisson asesinó al arzobispo es un tonto», dijo Abrams en ese momento.

De hecho, hubo al menos dos cables del Departamento de Estado de la Embajada de los Estados Unidos en San Salvador que indicaron exactamente eso. Uno fue enviado a Washington en noviembre de 1980 y el segundo en diciembre de 1981. El hombre armado [se refiere a la fuente] trabajó como guardaespaldas para d’Aubuisson.

(Años más tarde, cuando ya no se podía negar el papel de d’Aubuisson, Abrams exigiría la extradición del pistolero a los Estados Unidos).

La disposición de Abrams de impugnar a los críticos como «tontos» por citar pruebas a las que él mismo tuvo acceso personificaron su estilo descarado.

Falsa equivalencia

«Los extremistas de derecha e izquierda son culpables de muertes de civiles por motivos políticos, como lo son algunos miembros de las Fuerzas Armadas», dijo el informe del Departamento de Estado de 1983 sobre El Salvador.

Esta formulación simplista sugería que había paridad de violencia política entre la izquierda y la derecha y que las fuerzas armadas no eran parte de la derecha.

La afirmación fue una tontería perniciosa. En 1993, la Comisión de la Verdad de la ONU descubrió que el 85 por ciento de las muertes de civiles no combatientes eran atribuibles a las fuerzas gubernamentales. Sólo el 5 por ciento podría atribuirse a la izquierda.

En otras palabras, las fuerzas de seguridad armadas y entrenadas por los Estados Unidos tenían 17 veces más probabilidades de ser responsables de asesinatos políticos que las fuerzas antinorteamericanas.

Abrams encubrió esta realidad con el más aburrido de los clichés de Washington: «extremistas de derecha e izquierda».

«Realidades horribles» como progreso

En febrero de 1984, el embajador de Estados Unidos en Guatemala, Frederic Chapin, envió un cable confidencial a Washington informando sobre lo que él llamó «las horribles realidades de los derechos humanos» en el país. Dos recientes secuestros a plena luz del día mostraron que «las fuerzas de seguridad del gobierno atacarán en cuando haya un objetivo de importancia».

Abrams encontró un revestimiento de plata en la carnicería. El informe de 1983 del Departamento de Estado sobre Guatemala declaró: «Los graves problemas de derechos humanos continuaron… pero hubo mejoras en algunas áreas importantes».

Abrams luego firmó un informe secreto al Congreso citando la supuesta mejora de los derechos humanos como justificación para una reanudación de la asistencia de seguridad de los Estados Unidos al gobierno guatemalteco.

El gobierno, afirmó Abrams, «ha tomado una serie de pasos positivos para restablecer un proceso constitucional y electoral, y abordar la práctica de las detenciones extrajudiciales».

De hecho, un estudio del Departamento de Estado de 1986 sobre los desaparecidos de Guatemala encontró que «la práctica de los secuestros se institucionalizó… la mayoría de los desaparecidos han sido secuestrados por las fuerzas de seguridad… Por lo que sabemos, ningún miembro de las fuerzas armadas, políticas, fuerzas de seguridad o grupos paramilitares ha sido procesado, condenado y sentenciado por participar en secuestros relacionados con la política».

El estudio indicó que «según los últimos tres gobiernos militares, la tasa de secuestros informados ha aumentado [énfasis añadido], según nuestras estadísticas».

En 1984, cuando Abrams hizo que la política de los Estados Unidos con respecto a la afirmación de que el gobierno estaba tomando «pasos positivos» que dieron como resultado «áreas importantes [de mejora]», más de tres personas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas en Guatemala todos los días.

Este es el hombre al que el apóstata de Trump Max Boot describió como «un destacado defensor de los derechos humanos y la democracia».

Lo que significa

Abrams le dijo al Representante Omar que la política de Estados Unidos en El Salvador era un «logro sobresaliente» porque dio lugar a elecciones libres. Lo que no dijo fue que el reinado del terror en El Salvador y Guatemala en la década de 1980 generó una corriente de refugiados a los Estados Unidos que nunca ha cesado.

Gracias a la política de Reagan, El Salvador y Guatemala son ahora estados esencialmente fracasados, ejemplos de países «agujeros de m*» cuyas agonías o aspiraciones insatisfechas de democracia no tienen ningún interés para el presidente o su equipo de formulación de políticas.

Este es el registro a tener en cuenta cuando Abrams testifica sobre la “transición democrática” en Venezuela. Si el futuro de Venezuela es algo así como la «transición democrática» en Centroamérica, el proceso se habilitará mediante la mentira y se empapará de sangre.

Este artículo fue producido por Deep State, un proyecto del Independent Media Institute.

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Jefferson Morley es escritor senior, editor y corresponsal en jefe de Deep State, un proyecto del Instituto de Medios Independientes. Ha sido reportero y editor en Washington DC, desde 1980. Pasó 15 años como editor y reportero en el Washington Post. Fue escritor de personal en Arms Control Today y editor de Salon en Washington. Es el editor y cofundador de JFK Facts, un blog sobre el asesinato de JFK. Su último libro es The Ghost: The Secret Life of CIA Spymaster, James Jesus Angleton (El fantasma: La vida secreta del maestro de espías de la CIA, James Jesus Angleton).